Zacadventures.. La última y nos vamos

En lo que sabíamos que plan nos fuimos a un barecito súper perso, hacía chingos de frio y empezó a llover por lo que nos metimos súper rápido y nos sentamos en una mesa que daba a la puerta donde afuera había más mesas.

Pedimos de tomar y nos quedamos ahí un rato, estaba tan perso que conectamos nuestro celular al auxiliar para poner la música, estábamos súper tranquilas tomando cuando volteo hacia la puerta y veo a los weyes de ayer entre ellos... el wey al que le había hablado por inbox.  

Como yo daba de espaldas a la puerta me di la vuelta en chinga y les dije a las demás lo que estaba pasando para que voltearan despistadamente. Mi amiga la que había ligado con uno de esos estaba súper emocionada y yo quería huir por la cocina para no tener que pasar por ahí.

Ósea el wey no había tenido tiempo de contestar mi perro inbox pero ahí estaba a unos centímetros empedando como si nada. Obvio yo tenía la dignidad en los suelos y me había arrepentido de hacerles caso a mis amigas y dejar que le hablaran a este brou y también me había arrepentido de por una vez en mi vida dar la iniciativa.

Vivimos en el siglo XXI ya si alguien no te contesta en un rango de 4 horas es porque se está sordeando, TODOS vivimos con el celular en la mano, no me digan que no.

Estaba empezando a hacerse más tarde y mis amigas querían ir a Figueroa (el antro al que habíamos ido más temprano pero que estaba vacío) para ver si ya había gente. Yo, por mí me podía quedar ahí donde estábamos hasta que todos se fueran y luego huir para que este wey no me viera y no perder el ultimo gramo que me quedaba de dignidad.

Después de mucho discutir sobre si irnos o no, decidimos salir en chinga para pasar desapercibidas, pedimos el Uber y nos fuimos a Figueroa. Cuando llegamos ya estaba más lleno, la música estaba cool y el alcohol súper barato (1 botella con servicios por $500 pesos = gloria) nos la pasamos súper bien bailando y empedando.

Al día siguiente todas estábamos cansadas y crudísimas. Era nuestro último día en Zacatecas y mientras nos arreglábamos para irnos se fue la luz del pinche mini hotel, por suerte ya teníamos casi todo guardado y no tuvimos tanto problema.

Hicimos una última parada para turistear en Jerez, un pueblo mágico de Zacatecas de donde era una de nuestras amigas, ahí desayunamos suuuuper rico y ya ¡estábamos listas para partir!

Todo el camino de regreso nos vinimos cantando y platicando de todo lo que nos había pasado el fin. Ya casi llegando a Monterrey el wey con el que mi dignidad cayó @suelo me contestó el inbox, mi humillación era tanta que ni quise ver que me había puesto.

Unos días después me entro la curiosidad y leí lo que me había puesto, me dijo que no lo había visto hasta después, pero que le habían dicho (¿?) que estábamos en el mismo barecillo que él. Seguimos platicando, pero ya mi emoción se había pasado, decidí no forzar las cosas y mejor aplicar seen.

Fue un viaje planeado 3 días antes de irnos donde, a pesar de algunas dificultades técnicas estuvo súper divertido y en donde nos pasaron mil cosas que todavía me acuerdo y me sigo riendo.


Obvio, todo sale muchísimo mejor cuando lo planeas, pero a veces hay que decir “chingue su madre” y dejarnos llevar por la aventura. 




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