Malas decisiones Segunda Parte
Después de perdernos en un pueblo desconocido, llegamos finalmente a San
Miguel, ahora sólo nos faltaba encontrar el airbnb. Siguiendo google maps
llegamos al que parecía el barrio donde estaba nuestro hogar por los próximos 4
días, que digamos no era un lugar muy agradable.
Para que puedan tener una idea de donde estábamos, imagínense que la
casa estaba en el Upside-Down de Stranger Things (RIP Barb), parecía sacado de una película de miedo; las calles
eran de tierra, estaba todo obscuro y a lo lejos vimos lo que parecía un
perro-humano.
Todos estabamos así:
Todos estabamos así:
Después del susto que nos llevó este perro que parecía humano, llegamos
por fin a la casa.
Nuestro hogar lucía igual que en las fotos, una casa grande de la que no
me puedo quejar. Sólo que OJO, si piensan rentar airbnb, busquen referencias de
la colonia donde se encuentra ya que no nos avisaron que la casa estaba ubicada
¡En el barrio más pinche bajo de todo
San Miguel! Pero era tarde y lo que todos queríamos era irnos ya al antro
así que nos arreglamos rápidamente y en 15 minutos estábamos listos para salir.
Era de noche y estaba obscuro, en la mañana se verá mejor, pensamos...
Después de darnos cuenta de que los ubers no llegaban hasta la casa,
decidimos irnos en la camioneta (mala
decisión #8), ahora el problema era ¿dónde chingados nos vamos a
estacionar?
Después de bastante tiempo ¡encontramos por fin estacionamiento!, claro
tuvimos que recorrer como 10 cuadras empedradas en tacones, ya no podía más con
mi vida. Ya estaba a punto de renunciar y regresar a Monterrey cuando por fin
llegamos al antro.
Después de habernos instalado en una mesa con un muy buen spot (gracias hermano de Mike tqmca) el mood
de todos cambió, la felicidad regresó a nuestras vidas y nos la pasamos muy
cool.
Dimos el grito y brindamos por los héroes de la patria que dieron su
vida para que pudiéramos empedar agusto, bailamos, nos divertimos, tomamos,
tomamos y volvimos a tomar.
El tiempo pasó rapidísimo y no me di cuenta en que momento ya era hora
de irnos, solo había un problema: la
camioneta ya no estaba.
Resulta que los demás se habían cansado y se habían ido. Sólo quedábamos mi amiga su novio y yo; no
teníamos como irnos, no había ubers, nadie nos quería llevar, no sabíamos que
íbamos a hacer y de la nada, un desconocido afuera del antro se ofreció a
darnos ride.
No sabemos exactamente como pasó, nadie se acuerda de donde salió este
héroe sin capa, ¿Qué hacía un niño sobrio y solo en la madrugada? ¿Por qué se
ofreció a llevarnos? ¿Se ofreció a llevarnos? ¿Lo obligamos? ¿Lo amenazamos?
¿Él nos habló? ¿Quién le habló? ¿Qué pedo?!
Todos tenemos blackout del momento que conocimos a nuestro héroe, pero
fue lo mejor que nos pudo haber pasado ¡conseguimos ride! Sólo teníamos que ir
por su camioneta que estaba estacionada unas cuadras adelante (no entiendo como
nadie pensó que pudieron ser nuestros últimos momentos antes de morir).
El wey nos dijo que no nos preocupáramos, nos contó de su vida, su
trabajo, donde vivía, que hacía, nos contó mil cosas de las que nadie se
acuerda. Este héroe sin capa se quedará en el anonimato, pero lo llevaremos en
el cora toda la vida.
Mi amiga seguía enojada porque no se quería ir y aventó su celular en la
calle del coraje, obviamente quedó todo estrellado (mala decisión #9). Cuando reflexionó lo que acababa de hacer se
puso a llorar, lloró todo el camino a la camioneta y luego todo el camino a la
casa. El héroe sin capa no solo nos dio ride sino que también nos aguantó todo
el camino sin quejarse.
Al llegar al airbnb el héroe no nos cobró nada! No lo podíamos creer ¿sería
nuestro buen karma por todo lo que nos había pasado? Nunca lo sabremos.
Antes de irnos el sujeto nos dijo que efectivamente ningún taxi nos
hubiera querido traer hasta la casa ya que nos encontrábamos en un lugar
sumamente peligroso, nosotros no le dimos importancia ya que nos bajamos
arrastrándonos hacía la casa a la Juan Escutia.
Y apenas era el primer día…
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