Malas Decisiones
Una de mis cosas favoritas es viajar, no importa si es a otra ciudad o a
otro país, si es en avión o en road trip. Viajar te da, entre otras cosas,
muchísimas historias que contar.
Mis amigos y yo teníamos organizado desde verano ir a San Miguel de
Allende, una hermosa ciudad colonial del estado mexicano de Guanajuato y una
cantina viviente en épocas de la independencia que recibe con brazos abiertos así como tarifas sumamente altas a muchísimos millenials que quieran celebrar la
independencia de México de una forma diferente (que quieran hacer su desmadrito
sin tener que preocuparse de cómo llegar a sus casas).
El plan era muy simple; hacer road trip a San Miguel en 2 carros,
quedarnos en un airbnb grande con alberca donde hacer pre, brindar por el padre
de la patria y turistear.
Pero como buenos mexicanos que somos lo dejamos todo para última hora, (mala decisión #1) y cuando intentamos
buscar un airbnb había o mansiones carísimas o casas en ruinas. Después mi
amigo con el que nos íbamos a ir nos canceló (mala decisión #2) y el plan se desmoronó.
Yo ya estaba en mood vacaciones cuando mis sueños se destrozaron al
darme cuenta que lo más probable era que el día del grito lo pasaría comiendo
antojitos en mi casa.
Hasta que una semana antes del 16 de septiembre un ángel en forma de una
de mis maps (mejores amigas por siempre) de la prepa me invitó a irme con ella
a San Miguel. Después de que el plan con nuestros amigos se cancelara ella organizó
algo por su cuenta, el plan ya estaba hecho e iban mi amiga, su hermana, su novio y otra de sus amigas, yo solo tenía que decir que sí.
No estaba muy segura de aceptar o no ya que los que me conocen, (ósea
todos los que leen este blog, porque no creo que alguien desconocido se ponga a
leer esto) sabrán que, aunque soy una persona sumamente despistada, cuando
viajo soy una loca maniática del control que me gusta organizar todo yo, buscar
el airbnb, hacer el presupuesto, buscar lugares para turistear, comer, ir de
antro, tomar fotos y luego hacer una presentación en power point de todo el
itinerario del viaje.
Este plan ya estaba hecho, el airbnb ya estaba pagado, nos íbamos a ir
en su carro y esto me causaba mucho problema ya que significaba no poder organizar
ni quejarme de nada, pero no aceptar significaba pasar un puente bastante
aburrido. Después de meditar un poco, acepté claro pidiendo una detallada
descripción de lo que íbamos a hacer.
Mi amiga pensaba que el grito se daba en la plaza y ahí se armaba la
peda toda la noche, no había reservado nada para después (mala decisión #3), ahí empecé a tener mis sospechas de que este
viaje no estaba tan bien organizado, después de mucha investigación conseguimos
reservación y pagamos los covers en el mejor antro de San Miguel. (Fact: hay dos
antros en San Miguel).
Todo parecía ir bien, el plan era irnos el jueves a las 6:00 am para
llegar allá, tener tiempo de comer y turistear, luego volver al airbnb,
arreglarnos e irnos al antro. Hasta que mi amiga nos avisó que su hermana
presentaba a las 12:30 pm y no podía cambiar el examen. Yo estaba mentando
madres por dentro, pero acepté ya que yo era una simple invitada; era su carro,
era su hermana y no podía hacer nada. (mala
decisión #4)
Un día antes mi amiga nos dijo que nos íbamos a ir en su camioneta (un
dato importante que servirá de referencia un poco más adelante en esta
historia) ya que ni su carro ni el de su hermana tenían llanta de refacción y
que, como sobraba espacio su novio había invitado a un amigo.
El día más esperado llegó, yo, aunque tenía mis sospechas de que iba a
hacer un viaje diferente a mis últimos viajes en los que había viajado con mis
amigos a los que conozco de toda la vida, estaba muy emocionada por alejarme de la rutina y
disfrutar el puente.
Cuando llegue a casa de mi amiga nos dimos cuenta de que todos habíamos
llevado maletas relativamente grandes (mala
decisión #5), era un viaje de 4 días, las maletas no cabían en la cajuela.
Después de batallar bastante tiempo para acomodarlas estábamos listos para
zarpar a la aventura, sólo que antes teníamos que llevar a la hermana de mi
amiga a presentar.
Después de años esperándola afuera de su salón, y aún más años esperando
ya que se le había olvidado la cartera en su casa (mala decisión #6) y tuvimos que esperar a que se la trajeran
estábamos listos para partir.
Eran aproximadamente las 2:00 pm, se sentía la frustración y yo ya me
veía dando el grito en la camioneta. Unas 3 horas después de ir on the road, la
desesperación de todos aumentaba, ya queríamos llegar e íbamos tan rápido que
en una curva se nos ponchó la llanta. (esto no sabremos si fue una mala
decisión o no, siempre me quedaré con la duda de que hubiera pasado si nos
hubiéramos traído el carro que no tenía llanta de refacción).
Nos paramos en medio de la carretera, donde descubrimos que nadie revisó
la camioneta antes del viaje (mala
decisión #7) ya que venía horriblemente dañada y no tenía reparación,
además no sabíamos qué hacer con la llanta.
No encontrábamos en ningún lado una llanta que quedara, todos estábamos
muy irritados, decepcionados y preocupados hasta que después de preguntar en
unas 10 vulcanizadoras e ir a 1 km/h dimos con la preciada llanta.
La vida volvió a retomar su color, pusimos música y la armonía regresó a
la camioneta, hasta que nos dimos cuenta que eran las 7:30 pm y todavía nos
faltaba muuuucho camino por recorrer. Nos empezamos a maquillar en el carro
para ahorrar tiempo y sólo llegar al airbnb a cambiarnos.
Todo parecía ir bien hasta que el sol se escondió, la carretera se
oscureció y nosotros seguíamos manejando a nuestro destino.
Ya eran las 10:00 de la noche, ya nos faltaba poco, pero seguíamos en
camino y a lo lejos, vimos los fuegos artificiales.
En mi cabeza seguía reflexionando si había sido una buena idea haber
venido.
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